La Inteligencia Artificial ha pasado de ser el vestido de la Pedroche del mundo tech del que todo el mundo habla a la tecnología más revolucionaria adoptada por la sociedad desde la llegada de los smartphone, con la diferencia de que, esta vez, hablamos de una herramienta con la capacidad de «crear», pero no por sí sola y tampoco de la nada, y cuya «mística» tiene más de marketing que de realidad.

Artificial sí, pero ¿Inteligente?
Muchos gurús están llenando sus bolsillos a base de visualizaciones jurando que la Inteligencia Artificial les está haciendo ricos gracias a la automatización de procesos, a que pueden acceder a un conocimiento superior y ser más listos que aquellos expertos en las distintas áreas que dicen dominar gracias a GPT.
Spoiler: NO.
Están ganando dinero gracias a la (des)información sensacionalista que propagan y que nada tiene que ver con la realidad.
La Inteligencia Artificial no es una entidad abstracta y etérea, si no «simples conjuntos» (no pongo más comillas por estética) conjuntos de modelos matemáticos alimentados a golpe de cantidades descomunales de información. Puede crear la ilusión de que piensa, razona, reflexiona o que incluso sueña con ovejas eléctricas, pero lo que hace realmente es predecir patrones y generar información en base a lo que ya ha visto.
En programación por ejemplo , si yo le digo que quiero un script que escriba «Hello World», literalmente es algo que ha visto cientos de miles de veces en la información que asimiló, así que simplemente concatena mi consulta con la información que posee y me devuelve:
console.log("Hello World");
Por lo que está más cerca de ser una mutación del buscador de toda la vida con la diferencia de que, antes tú tenías que unir la información, y ahora tienes una capa intermedia que lo hace por ti.
Un asistente con esteroides
Entonces ¿Qué sí es la Inteligencia Artificial a día de hoy?

La herramienta más potente con la que puedes trabajar para optimizar multitud de tareas.
Ah, que pensabas que yo era el típico que carga contra ella con argumentos ambiguos... cachis, menuda decepción te acabarás de llevar, en fin, sigamos.
Yo por ejemplo tengo agentes entrenados a los que si les doy un input de información ya les he explicado qué tienen que extraer de esta, cómo tienen que transformarla y cómo deben devolvérmela.
Una tarea que antes podía llevarme del orden de 30 minutos la puedo realizar en 5.
El límite está en la imaginación que tú tengas a la hora de idear y optimizar estas tareas pero, a grandes rasgos, se resume en que casi todo lo que suponga manejar, transformar o consultar información lo podrá hacer muchísimo más rápido que tú.
Por lo tanto la Inteligencia Artificial no es más que un asistente capaz de buscar y transformar información con el que nos podemos comunicar utilizando un lenguaje natural, un asistente increíblemente potente, pero nada más.
El marketing
Ahora dirás… ¿Entonces por qué se llama entonces Inteligencia Artificial?
Y yo te pregunto… ¿Por qué a los ordenadores de bolsillo los llaman «teléfonos inteligentes»?
Exacto, al final es puro marketing para atraer tanto inversores como usuarios, y ojo, no lo digo como algo negativo, ya que si esta tecnología está avanzando tan rápido es gracias a ello, de lo contrario los avances que hemos visto estos últimos años podrían haber llevado décadas, de hecho así era hasta que apareció OpenAI y lanzó las primeras versiones al público, anteriormente la Inteligencia Artificial era algo muy de nicho que solo conocíamos los más frikis de la tecnología.
Y Skynet pa cuando
Ahora mismo estamos muy lejos de llegar a un modelo capaz de tomar conciencia de sí mismo, primero porque los modelos no están lo suficientemente desarrollados ni están diseñados para ello, y segundo porque no hay suficiente capacidad computacional para ello.
A veces verás titulares del tipo Inteligencia Artificial toma conciencia , pero aquí se unen dos factores que generan este tipo de noticias:
- Clickbait: Uno de los pilares sobre los que se sustenta la decadencia de Internet a día de hoy, son noticias que no buscan informar, si no clicks rápidos y en los que si lees algo más allá del titular te das cuenta de que no se sostienen por ninguna parte ni aportan ninguna información veraz.
- Antropomorfismo: El ser humano lleva milenios atribuyendo cualidades humanas a animales, objetos, fenómenos naturales… y la Inteligencia Artificial no se libra de ello, a veces podemos ver comportamientos con una explicación más que lógica, pero inconscientemente caemos en el error de pensar que son emociones o algún atisbo de inteligencia.
Conclusión
Estamos aún muy lejos de ver algo cuya definición coincida con el nombre de «Inteligencia Artificial», pero por marketing y por comodidad llamamos así a algo que en realidad son modelos estadísticos de lenguaje o modelos estadísticos de datos.
Aunque también pienso que seguramente, gracias a la propia Inteligencia Artificial actual, el camino que nos puede llevar a alcanzar algo como tal seguramente se haya acortado varias décadas.
Pero de momento puedes dormir tranquila, Sarah Connor.