Devuélvemela (Bring Her Back)

Los hermanos Philippou vuelven a hacernos apretar las manos en los reposabrazos.

Vuelta de tuerca al terror incómodo

Después de disfrutar de su anterior película «Háblame (Talk to me)», podía hacerme una idea de a qué me iba a enfrentar, y es que el terror de los hermanos Philippou, aunque no rehúye de los planos oscuros y algún susto puntual, se centra principalmente en hacerte retorcer el gesto hasta el punto de querer apartar la mirada de la pantalla.

Y lo han vuelto a hacer, con más ganas y más crudeza.

Pero además esta vez se nota que han hecho los deberes. Aunque su anterior largometraje era brillante, y más teniendo en cuenta el presupuesto y tiempo de rodaje, que fue de solo 4,5 millones de dólares y dos meses, es cierto que, aunque de manera intencionada, podía llegar a ser bastante caótica en algunos momentos e incluso había tramos en los que el terror se diluía por completo.

En este caso nos enfrentamos a una historia mucho más densa cuyo eje argumental gira en torno al duelo y la culpa, consiguiendo destilar la misma incomodidad en la que nos sumergen sus escenas más potentes a un plano subliminal que empapa toda la película desde el principio hasta el final.

Terror humano y fragilidad

Después de haber coqueteado con el horror paranormal, Devuélvemela apuesta todo al lado más oscuro del ser humano, y no contentos con ello, lo enfrentan también a su lado más frágil.

La trama es un auténtico David contra Goliat, y por si las emociones como el miedo, la ansiedad y la impotencia no fuesen suficientes para mantenernos en tensión, el personaje de Piper (brillantemente interpretado por Sora Wong) añade una constante de vulnerabilidad que nos llega a hacer sufrir minuto tras minuto.

Y si hablo de Piper no puedo no mencionar a su hermano Andy (interpretado por Billy Barrat), puesto que juntos conforman un binomio increíble que funciona como los ojos del espectador, y consiguen hacerte sentir dos formas diferentes de enfrentar del mismo horror que enfrentan.

Por último está Laura, a quien le da vida de manera magistral Sally Hawkins. Si esta película es lo que es es gracias a ella, y poco más puedo decir al respecto sin caer en un spoiler.

Sora Wong

Aunque la he mencionado antes cuando hablaba de Piper, quiero darle su espacio a esta actriz por varios motivos, y es que no solo se trata de su primer papel como actriz, es que ni si quiera tenía conocimientos de interpretación.

Quizá por eso su actuación me pareció tan orgánica, tan fresca y tan natural, ella era una estudiante de instituto que se presentó al casting y, precisamente, resultó que los hermanos Philippou buscaban frescura y naturalidad para ese personaje.

Conclusión

Con la última película de «Expediente Warren (The Conjurin)» a la vuelta de la esquina quizá hablar de la película de terror del año sea demasiado precipitado, pero sin duda ha conseguido alzarse alto en el podio, probablemente le falte algo más transgresor para llegar a convertirse en un título de culto, pero sí la catalogaría como imprescindible del género.

Y además, por no alargarme, no he mencionado otros aspectos en los que la película brilla muchísimo como la fotografía y la escenografía, y es que hay mensajes subliminales en muchísimos planos, mensajes que no voy a desvelar, porque parte de la magia es que, una vez los ves, ya no puedes dejar de verlos.

Así que habrá que estar muy pendiente de las próximas obras de estos hermanos, si esto ha sido una declaración de intenciones y un decir «hemos encontrado nuestro propio lenguaje para el terror», solo espero que sigan trabajando con Causeway Films, porque parte del mérito también es de esta productora que apuesta por dar libertad creativa a sus proyectos.

Trailer

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